domingo, 10 de abril de 2011

Vacaciones en Samoa: Paraíso Tropical

Bien continuando con mi estilo narrativo en primera persona; pero esta vez tal vez un poco más reflexivo. Os relatare algunos de los hechos que acontecieron: anterior, entre y posterior a mi viaje a Samoa.

En cuanto supe, que iba a tener la visita de mi madre y que a consecuencia de esto planeé un recorrido por la Isla Norte, me dí cuenta de la cantidad de cosas que quería mostrarle de este hermoso país, tal vez iba a ser un tanto estresante. En ningún modo me planté el hecho de que tal vez habrían otras opciones menos intensas, que a lo mejor hubieran desencadenado, en no realizar dicho viaje; que tal vez ahora me planteo, pero que no dejan que en ningún momento, me arrepienta del resultado.

De todos modos, yo ya tenía en mente visitar alguna de las islas del pacifico y pensé que no había mejor excusa para hacerlo que el descansar de tanto ajetreo yendo de una punta a otra de la Isla Norte; en la cual quería mostrarle a mi madre las maravillas que esta contenía. Para ir a parar a otro destino en el cual yo también quería ser partícipe junto a ella, de la emoción de descubrir algo completamente distinto. Una étnia que con su cultura, linguística y comportamiento, nos fascino y por lo menos a mi me hizo pensar en si su aparente estilo de vida, carente de valores materiales y  cargado de conexiones espirituales hacia de ellos una comunidad más feliz. Si, bien es cierto; que el entorno en el que estos individuos viven, no tienen que competir por los alimentos; puesto que estos prácticamente son entregados por la madre naturaleza, sin apenas esfuerzo. Esto, también lo expongo, sin contar con datos sobre expertos en la materia.Sino por la mera observación de estas gentes en su medio natural.

Como siempre, en las ciudades y debido al turismo; se podía observar como los Samoanos, intentaban ganarse algún dinerillo extra para poder adquirir objetos con los que aliñar su vida un tanto ya de por sí monotona. No era común, ver diferencias de precios en los productos locales, con lo cual se intuía que ninguno quería estar por encima del otro. Los taxistas, te animaban a contratar el servicio de uno y u de otro de sus compañeros, alegando que este era un perfecto conocedor de la zona. En los mercados que eran bastas extensiones de terreno, cubiertas de uralita, los productos se amontonaban sobre sencillos tableros hechos de caña. Era gracioso ver como cientos de Samoanos, se agrupaban en torno a estos mercados, parecía que fueran plazas; comparados, con el resto de zonas que más bien estaban deshabitadas. A excepción de los perros, que prácticamente podías encontrarlos en infinidad de calles, esperando una limosna; no solías encontrarte samoanos pidiendo en público, y a pesar de que por la noche, recomendaban no salir por según que zonas; el país parecía bastante seguro. Lo único que tal vez llamó nuestra atención, fué ver los bancos y cajas vigilados por guardias de seguridad.

Cuando decidimos adentrarnos en las rutas adyacentes; una vez alquilado un 4x4, nuestro asombro fué en aumento. El país estaba disperso en pequeños pueblos o comunidades, que prácticamente se dedicaban a la pesca y a la recolección de cocos u otras frutas tropicales. Estas comunidades contaban todas con sus iglesias, de las que había cientos! y la mayoria de las casas no contaban con paredes. Eran estructuras de madera soportadas por pilares con techos de caña o chamizo, que proporcionaban un paso constante del aire. Me imagino que esta era la mejor solución que estos tenían frente a las olas de calor tropical. Desde la carretera podíamos ver lo que hacían en sus casas o si tenían televisión o no. De todas formas, no las usaban mucho, ya que por cada pueblo que pasábamos, nos encontrábamos a sus habitantes en la calle; saludándonos, como si de reyes nos tratásemos, muy gracioso!!!

Las carreteras discurrían por la costa, bordeando toda la isla; excepto un par de ellas que las cruzaban en vertical. Era precioso el circular por ellas, donde a cada metro pararías a echar unas fotos o a contemplar el horizonte.

Las playas que nos íbamos encontrado en el camino, eran de ensueño!! siempre y cuando...fueran privadas. El resto, no estaban mal a excepción de alguna que daba pena. Aguas cristalinas, que permitían observar peces de multitud de colores, cangrejos que se asomaban sobre la arena, para desaparecer fugazmente y arena fina era lo que predominaba en estas. Para poder acceder a las playas privadas, había que pagar una pequeña suma, que iba destinada al mantenimiento de esta o en el caso de los complejos turísticos, consumir algo en sus bares, terrazas o restaurantes. de entre todos los que visitamos cabría destacar el Sinalei Resort, bungalows de lujo bañaban la costa de sus playas desde donde se podía ver un magnifico atardecer.

Las actividades que podías realizar eran innumerables: diving, snorkeling, sailing, trekking, relaxing...Una de las que nos intereso más, fue la visita al Museo residencia de Robert Louis Stevenson; lugar donde se inspiró para escribir libros como "La Isla del Tesoro", "El extraño caso del Dr.Jekyll y Mr.Hyde", entre otras. Un lugar encantador, que te permitía imaginar como era la vida del escritor en sus últimos años de vida, debido a la tuberculosis. Los samoanos le apodaron "Tusitala" (el cuentacuentos) y al morir lo enterraron en su finca, en la colina desde donde él solía mirar en dirección a su escocia natal. Lo trasladaron en hombros, como si de un rey se tratara más de 40 min. de ascensión, dandonos a entender cuan importante llego a ser este hombre para sus vidas.

El contacto con la naturaleza en Samoa era lo más atractivo y en varias ocasiones, pudimos interactuar con ella. Como en una ocasión, entre otras, en la que dimos de comer a tortugas marinas en una reserva natural; buff! por poco se me llevan un dedo!

Así que todo esto es lo que hizo que ninguno de nosotros quisiera abandonar la isla; motivo por el cual, el día que había que coger el avión de vuelta  a Auckland, un despiste mío hizo que lo perdieramos. Concediendonos una noche más en ese mágico país.

0 comentarios:

Publicar un comentario

:a   :b   :c   :d   :e   :f   :g   :h   :i   :j   :k   :l   :m   :n   :o   :p   :q   :r   :s   :t

Hora Mundial