miércoles, 20 de noviembre de 2013

Objetivo: Extension Working Holiday Visa

Buff!!! Parece ser que han pasado mas de 2 años, desde la ultima vez que escribí algo en el blog. La verdad es que estos dos últimos anos han sido muy intensos y han estado cargados de lecciones, que de bien seguro me han hecho crecer.Voy ha intentar resumir lo acontecido en este tiempo, intentando no olvidar los pasajes mas importantes.

West Coast
Al bajar de las estrellas en Lake Angelus (Nelson Lakes National Park), me dirigí con el coche hacia la West Coast, ruta escénica que me introdujo en varias ciudades mineras como Westport o Greymouth que a pesar de no ser de mis favoritas, escondían muchos secretos.

Punakaiki - Pancakes Rocks
Desde Westport, puedes aventurarte por el Rio Bullers para disfrutar de un día de Rafting en sus rápidas aguas o acercarte al Cabo Foulwind a ver unas de las ciento una reservas de focas comunes de Nueva Zelanda. El camino que me llevo hasta Greymouth, me alegro con sus costas rocosas y me mostró, algo fascinante. A unos 60km de Westport se encontraba Punakaiki, hogar de las famosas Pancakes Rocks (fragmentos de rocas y animales muertos solidificados con una antigüedad de 30 mil anos. Que por medio de la lluvia, viento y agua del mar habían formado toda serie de formas). Por ultimo Greymouth lugar en el que estuve alrededor de 3 noches, era conocido por la destilería Montheith's, por ser uno de los grandes yacimientos de Pounamu (Greenstone o Jade Verde para nosotros) considerada un tesoro para los maories que adquiere mayor poder energético si se pasa a de generación en generación; y por ser el lugar de partida de uno de los trenes escénicos mas maravillosos del mundo. Este tren "Tranzalpine" conectaba dicha ciudad con Christchurch, capital económica del Sur.

Carretera de Arthur Pass
Al ir yo viajando con Dey (mi coche) y mi presupuesto empezar a escasear, empecé a buscar compañía para repartir los gastos de viaje camino a Christchurch. No tarde mucho que me encontré vía mail, a una chica alemana que se dirigía al mismo lugar y que también tenia pensado parar en Arthur Pass (mitad de camino) para hacer algunos hikes por la montana. La chica en cuestión se llamaba Anisa unos 20 anos, que llevaba ya algún tiempo viajando por la Isla Sur, después de haber trabajado en un hostel en Chch. Cuando llegamos a Arthur Pass después de habersenos desencajado la mandíbula un par de veces con el paisaje hicimos un hike hasta el pico Avalanche, para luego alojarnos en uno de los primeros hosteles de montana (YHA Arthur's Pass) desde el cual preparamos un hike de 2 dias "Casey Saddle" que se vio truncado al haber perdido Anisa la orientación en este.
Avalanche Pic
Yo que pensaba que la tenia todo el tiempo detrás mio, al llegar a una cabaña en un punto intermedio del camino, deje mi mochila y descamine mis pasos esperando encontrarla y ayudarla con su mochila; pero  después de llevar mas de dos horas de camino, no la pude encontrar y al no haber cogido mi linterna ni ningún otro vívere tuve que volver a la cabaña. Imaginaros el susto que me lleve! siendo ya de noche y sin rastro de ella. A la mañana siguiente des ande mis pasos y rastree toda el área en busca de alguna señal. Pero no fue hasta el poco de llegar al punto donde dejamos el coche, que era el punto de reunión en caso de perdida, cuando empecé a escuchar como alguien gritaba mi nombre. DOMINGO! DOMINGO! gritaba un tipo con su uniforme de rescate. Al parecer Anisa en uno de los desvíos, tomo el camino incorrecto y se asusto y camino de vuelta al coche pregunto a los que volvían, pero nadie le supo decir de mi, así que ella pensó que yo también me habría perdido y cuando llego al coche llamo a la policía para que me rescataran. VAYA TELA!!! Bueno lo bueno es que al final no paso nada y pudimos emprender nuestro viaje de nuevo, disfrutar de la carretera y ya en Christchurch nos despedimos hasta quien sabe cuando.


Christchurch ruins
Cristchurch fue muy impactante...habían pasado mas de 2 meses desde la gran catástrofe. El 22 de Febrero de 2011 un terremoto de escala 6.3 y sus replicas devastaron la ciudad y mataron a 185 de sus residentes. Todo lo que pude ver de la ciudad fueron sus escombros y la tristeza de la gente que lo había perdido todo (casas, coches, negocios...vidas) apenas habían hosteles en los que pudiera alojarme así que busque no muy lejos del centro, en Sumner Beach, un lugar tranquilo y apartado para dormir en el coche; y ya esa primera noche, me desvele al sentir una replica que hizo que el coche se agitara de lado a lado y de arriba a bajo. Pánico me entro y por si acaso salí del coche no fuera a quedarme atrapado. Por suerte duro solo unos segundos aunque esa noche ya no pude dormir tranquilo. Viendo que la situación y el entorno no daban para mucho, prefer'i irme de ruta hacia la Península de Banks, donde se encontraba uno de los primeros asentamientos nova zelandeses perpetrado por Francia que de no ser porque los ingleses llegaron 1 mes antes, ahora tal vez estaría hablando francés y no ingles. Akaroa que era el nombre de la ciudad principal, estaba situada en la base de lo que fue un día un volcán en la cara nord-este. Influenciado por los franceses, los nombres de sus calles y algunos de sus edificios tenían aire francés. Pero no solo eso! en la bahía de banks, podias disfrutar de un crucero que te acercaba a una de las especies de delfines mas pequeñas del mundo, el Delfin Hector y a algún que otro pinguino o foca.

Banks Peninsula
Antes de partir Christchurch, ya de vuelta de Banks Península, tuve una gran alegría. Dani, un chico alemán que había conocido en Kaitaia (lo podéis ver en alguno de los vídeos) estaba por la ciudad y tenia pensado bajar a Dunedin. Así que le explique mi plan y se vino conmigo.

Mt. Sunday
Nuestra primera parada se produjo en Mt.Sunday, que como habréis podido traducir significa el "Monte de Domingo" Aha ha!! La verdad es que me hizo mucha gracia y mas aun al saber que este fue una de las localizaciones del Señor de los Anillos. Mas concretamente, fue la ciudad de Oro del Rey Theoden, en los llanos de Rohan. Para llegar hasta ahí, tuvimos que dirigirnos por caminos de grava que cruzaban Lake Clearwater (Lago de Aguaclara); un sitio precioso, apartado de la ciudad donde apenas habría una comunidad de 100 personas. Desde el lago, podías ver algunas cimas de Mt.Cook National Park, que hacían un reflejo perfecto en sus aguas. En el coche Dani y Yo estábamos súper excitados, ya que después de ver lo visto, nos imanábamos que pronto vendría lo mejor. Y...así fue! al llegar al final del camino nos encontramos con una llanura que estaba rodeada por el oeste por las montanas de Cook y ahí, en el centro de ellas se alzaba el pico mas alto de Nueva Zelanda, que le daría el nombre a todo el parque natural. No tardamos mucho en saltar del coche para dirigirnos hacia Mt. Sunday y a pesar que desde la distancia se apreciaba bastante pequeño, a medida que nos íbamos acercando nos dábamos cuenta de lo grande que era este y lo mucho que lo empequeñecían las montanas circundantes. Al llegar al pico,después de una media hora caminando y de haber cruzado varios riachuelos; nos hicimos varias fotos (muy divertidas algunas de ellas) y nos quedamos a contemplar el atardecer. Fue increíblemente precioso y aun así me faltan palabras para describirlo.

Super Domi multiplica sus poderes en Mt.Sunday.
A día de hoy este es, y sera mi lugar favorito de Nueva Zelanda. Al volver al coche, nos encontramos con otro grupo de chicos que habían llegado en coche y como ya era tarde, decidimos hacer un fuego entre todos y pasar la noche ahí. La temperatura bajo rápidamente y a pesar del fuego tuvimos que abrigarnos bien Eso si! el espectáculo de las estrellas, junto a la energía del lugar hicieron de esta una noche inolvidable. A decir verdad, no fue hasta la mañana siguiente, que no nos dimos cuenta de que el coche estaba lleno de escarcha por fuera y de que nuestros pies estaban casi congelados hasta el punto de que apenas podía mover los dedos. Tuvo que pasar cerca de una hora y varios tes, para que empezara a notarlos. Aunque eso tampoco me detuvo a la hora de volver a Mt.Sunday para agradecerle a  la madre tierra el haberme llevado hasta ahí.

Dentro del coche a la manana siguiente.
Mt. John Observatory
Con todo listo y la sangre fluyendo otra vez a través de nuestros amados pies, decidimos dejar el lugar, camino Lake Tekapo. Hasta el momento, habíamos escuchado infinidad de calificativos, sobre dicho lago; que no hacían mas que exaltar nuestras ganas de llegar ahí. El camino transcurrió por la Inland scenic route 72, que atravesaba por un lado paisajes alpinos y por el otro llanos y prados. Tardamos a razón de 2 horas, pero se nos pasaron volando, igual que nosotros volamos hacia Mt. John Observatory para ver el atardecer, una vez encontramos alojamiento. Mt. John era una colina de unos 1029 metros de altitud, desde donde se pueden ver el Lago Tekapo y el Lago Alexandrina en toda su extensión y donde se encuentran los telescopios astronómicos mas relevantes de New Zealand. La verdad es que no podría estar en mejor sitio, pues jamas había visto antes tanta cantidad de estrellas y tan claramente como las vi esa noche. El lago que da nombre al pueblito de unos 300 residentes, es de un azul cian/turquesa que te deja boquiabierto. parece increíble que algo así exista de forma natural. El agua con la que se alimenta, viene de algunos glaciares situados en los Southern Alps que bajan por el río Godley. Podrías estar paseando horas y horas alrededor del lago y no te cansarías nunca de mirarlo; a no ser que...te encontraras con 'The Church of the Good Shepard' que contruida en 1935, da un toque espectacular al estar construida en piedra y madera de forma muy sencilla.

Lake Tekapo y Church of Good Shepard

Cuando Dani y yo, volvíamos al hostel después de haber observado el atardecer desde Mt. John, nos encontramos con Kahleen,una fotógrafa china, que nos comento; que no podíamos perdernos el ir a ver y fotografiar la pequeña iglesia por la noche. Así que, cenamos, preparamos pan para el día siguiente, y nos fuimos para ahí. Estuvimos unas dos horas disparando, y como no teníamos disparador automático, nos las tuvimos que ingeniar para no estar los 30 minutos aguantando el disparador. Mejor no nos podría haber salido, y sino juzgar vosotros mismos.




Foto tomada con la Nikon D5 de Dani
Foto tomada con mi Canon 1000
Nuestras sonrisas, no dejaban de dibujarse en nuestro rostro y apesar de estar algo cansados de tanto ajetreo, al día siguiente nos despertamos temprano para ir a ver Mt. Cook. Como ya os había dicho antes, este es el monte mas alto de NZ y para llegar hasta el hay que adentrase una hora mas hacia el oeste del Lago Tekapo. La carretera que lleva hasta ahí, en los últimos kilómetros, bordea el 'Lake Pukaki' y ofrece unas vistas (no me quedan calificativos) magnificas! Al llegar, aparcamos el coche y nos fuimos a la oficina de información para informarnos del tiempo y de que rutas podíamos hacer. Ellos, muy amables nos aconsejaron no subir a cotas mas altas de los 2000 metros pues había peligro de avalancha ya que se acercaba una tormenta. Así pues, nos conformamos con un recorrido alrededor de los lagos glaciares y una pequeña ascensión hasta el Sealy Tarns, donde los reflejos de uno de sus lagos hicieron nuestras delicias. Lo que a amos nos pareció mas increíble, fue observar como en tan pocos anos, donde antes había habido un gigantesco glaciar,por donde circulaban las lenguas, ahora solo habían bloques de hielo, grava y agua; aun así...espectacular!

Glaciar Hooker, al fondo Mt. Cook

Hooker Glacier, donde podéis comprobar el diámetro
de las lenguas del Glaciar
Ruta de Sealy Tarns


Vistas desde Sealy Tarns


Reflejo en Sealy Tarns Lake












Ya, cada vez estábamos mas cerca de nuestro destino, donde las aventuras de Dani y Domingo juntos, iban a terminar. Al menos por el momento. Los últimos kilómetros de camino a Dunedin los recorrimos primero atravesando pueblos del distrito de Waitaki, de los cuales os pincelare unos cuantos.

Omarama con sus esculturas de piedra y sus aviones a vela, que sobre vuelan sus llanuras; Kurow con su presa y su lago (Wataiki) hogar del eterno capitán de los All Blacks, Ritchie McCaw ; Duntroon con sus frescos Maories y sus muñecos de paja; Oamaru ya e la costa este, con su estilo Victoriano y su famoso museo de Steampunk. Y otros tantos pueblos precioso,s que no pudimos mas que echarles un vistazo. La verdad es que íbamos ya con prisa, teníamos que llegar a Dunedin esa misma noche y de camino queríamos parar en Moeraki, donde se encuentra uno de los fenómenos geológico mas extraños e únicos del mundo. Las llamadas Moeraki Boulders, fueron objeto de película en la 3era parte de las Crónicas de Narnia (El viajero del Alba) y entre otras cosas, había oído que los atardeceres o amaneceres en Moeraki, pasaban a un plano mágico.

Steampunk museum en Oamaru
Pues vereis, apesar de que lo intentamos, llegamos a Moeraki entrada la noche. Intentamos repetir suerte igual que cuando fotografiamos la iglesia en Tekapo, pero nuestros contrincantes,  viento y tiempo, no nos dejaron tomar casi ninguna buena foto. Me fui de ahí, bastante cabizbajo, pensando que tal vez no volvería nunca a ese lugar, ya que mis días en New Zealand estaban ya casi contados. Pero por suerte...al llegar a Dunedin, las cosas cambiaron...como no!! 180 grados.



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miércoles, 4 de mayo de 2011

Camino a las estrellas

Después de un merecido descanso en la ciudad de Nelson, el siguiente paso era ir un poquito más allá; concrétamente, más arriba. Uno de los trampings que mas ganas tenía de hacer en la isla sur, era el que nos situó en Nelson Lakes National Park. Parque que cuenta con unos 1020 km2 de valles y cordilleras situado entre dos grandes lagos: Rotoiti y Rotoroa; entre otros tantos otros que aun siendo más pequeños y menos accesibles le dan a este parque un carácter mágico. 
Mapa de Nelson Lakes en perspectiva

Después de preguntar en el centro de información de St. Arnaud (entrada del parque) sobre las condiciones meteorológicas. Decidimos hacer la ruta que me llevaría hasta Lake Angelus. Las predicciones del tiempo, no podían ser mejores y aunque raro en Nueva Zelanda; todas estas se cumplieron. 

El camino a lake Angelus, partía desde la falda de Mt.Robert en ascenso progresivo, siguiendo el cauce del rio Sparegrass en dirección a su origen. Durante el primer día, el paisaje se caracterizaba por la frondosidad del bosque, y por la cantidad de vida que este rebosaba. Aves, peces, líquenes por doquier, y lo que mas me llegó a fascinar; la cantidad de setas que habían y lo grandes y diversas que eran estas. Y no fué hasta pasadas las 4 horas que no entramos en terreno sub-alpino y llegamos a la que sería nuestro primer refugio, para hacer noche.

Sparegrass Hut, era sencilla; contaba con una estufa de leña, una mesa con bancos de madera, un buffet de aluminio para cocinar y dos zonas de literas (bunkers) en las que podíamos dormir hasta 10 o 12 personas (vamos, más o menos lo básico). Esa noche, eramos 6 personas, entre ellos 2 cazadores, que volvían a casa sin mucha suerte; una pareja de mediana edad y nosotros. Después de descansar y coger fuerzas, la mañana siguiente empezamos que la parte más dura. Lo que anteriormente había sido un camino de una intensidad mas o menos moderada, iba pasando a convertirse en una tarea ardua. Ahora los arboles, ya no nos protegían del calor del sol y nuestras mochilas empezaban a ser molestas. Aún así, a medida que íbamos avanzando, dábamos las gracias por contar con un día esplendido y observar semejantes vistas. Durante unas 3 horas, estuvimos subiendo sin cuartel, pero a 1 hora antes de llegar al lago, me pareció observar, que en lo alto de una de las cimas circundantes habían restos de nieve. Sun, no parecía creérselo, pero yo empeñado en demostraselo, me desvié del camino principal para tener pruebas. Ya que habíamos apostado que la siguiente noche de hostel iria a cargo del que tuviera la razón. Ella creía que eran tan solo rocas, con colores un tanto mas claros, ya que debido a el calor que estaba haciendo le era imposible imaginar que pudiera haber nieve ahí. Bueno, pues después de andar cuesta arriba unos 30 minutos más; efectivamente encontré restos de nieve, que pronto pase a devorar (jajaja) ya que la mochila la había dejado abajo y me encontraba acalorado y sediento. aunque antes de eso, tome unas cuantas fotografías para que quedara constancia. De todas formas no fue difícil convencerla, porque cuando finalmente llegamos a Lake Angelus, pudimos comprobar, que la nieve cubría parte de el circo de las montañas. Era precioso!!!


Lake Angelus (al fondo Pico Angelus y en el centro Angelus Hut)
Como nosotros, y desde diferentes rutas, habían llegado otros excursionistas hasta la zona del lago. Algunos pasarían la noche en Angelus Hut y otros acamparían en las zonas circundantes a este. Nosotros y otros 3 más, nos quedamos en la cabaña y después de disfrutar de una merecida cena, salimos a observar las estrellas. Ese día la luna, tenía un brillo especial, era como un guiño a la labor realizada; que nos mantuvo varias minutos hablando de la inmensidad del universo, a pesar del frio que hacia. 

A las 6 y media de la mañana siguiente, tal y como me aconsejo la ranger del parque, me dirigí hasta una de las cimas que había en dirección al lago Rotoroa, desde donde podría ver una vista magnifica de todas las otras cordilleras, las cuales se alejaban de nuestro camino principal. Sun se quedo durmiendo, puesto que esto se traducía en 1 hora y media más de travesía a la que había que sumarle las 6 restantes que nos llevarían hasta el lago Rotoiti.
Que decir, que al llegar a la cima que había planeado, me quedé embelesado. Pues la cantidad de nubes que se divisaban entre las montañas, hacía que parecieran un manto de lana y te daba la sensación de estar aún a más altura de la que me hallaba.

El camino de regreso, se hizo un poco triste, puesto que la paz que transmitía Lake Angelus, era sobrenatural. De cierto que nos hubiéramos quedado una noche más, pero nuestros víveres, no nos lo permitían. Así pues, esta vez el descenso, lo hicimos por la cara opuesta de la Cresta de Robert; bajando hasta llegar al río Travers, para pasar la ultima noche junto al lago Rotoiti.

Coldwater hut, no se caracterizaba por ser una cabaña muy confortable. a diferencia de Angelus Hut, esta presentaba un aspecto más bien abandonado y sucio aunque al poseer chimenea le daba mas calidez. La cabaña estaba justo enfrente del lago, donde los patos chapoteaban en busca de alimento. Como experiencia curiosa, os explicaré, que mientras le estaba dando de comer algunas de nuestras migajas de pan. Al acercarse ellos a la orilla. Un halcón se precipitó sobre ellos con una velocidad extraordinaria, pero a pesar de su sigilo (a mí me dio un susto de muerte), no consiguió sorprender a los astutos patos, que rápidamente se dirigieron al agua para escapar de su depredador.

Lake Rotoiti

El amanecer del día siguiente, trajo consigo la bruma y no nos planteamos quedarnos un día mas ahí. La idea era intentar pescar algo en el río, pero el intento fallido, se tradujo en una vuelta a nuestro punto de partida. Para despedirnos, no sin añoranza...del asombroso "Nelson Lakes"

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martes, 26 de abril de 2011

Rodando por la Isla Sur

Bien, después de la visita de mi madre y del viaje a Samoa ya ha llovido bastante. No voy a entrar en muchos detalles de lo que aconteció hasta mi llegada a la isla Sur, pero lo que si os puedo contar es que al volver a New Zealand, los problemas con mi coche solo hicieron que empeorar.

Rumbo al Sur
Este todavía no se había reparado y después de un mes y 1600$. Al ponerlo de nuevo en la carretera, volvío a fallar, aunque esta vez, por otros problemas mecánicos. Debido a esto y a que tenía que pasar el WOF (Warrant of fitness), decidí hacerle una revisión exahustiva; ya que no quería tener más sustos de cara al viaje por el Sur. Todo esto hizo, que mi partida de la isla Norte se fuera alargando y no fue hasta un més después de lo previsto, cuando al fín me embarque desde el puerto de Wellington, rumbo a Picton (Isla sur).

El viaje en ferry, acompañado de Young Jin y mi bonito coche, transcurrió estupendamente y sin ningún contratiempo, partimos a eso de las 9 am y llegamos a Picton a las 13 horas. Durante el inicio del viaje, pudimos ver alguna película en la sala de cine. Y una de estas fué "Socios y Sabuesos". Como me acorde del Homer!!!
Al pocas horas de llegar, desde la cubierta ya pudimos divisar los fiordos de Marlborough, que apesar de estar algo nublado, anunciaban grandes aventuras.

Centro geográfico NZ

Cuando llegamos al puerto, después de decidir cual iba a ser nuestro rumbo, fuimos consultando la guia de trampings de New Zealand (lonely planet) y llegamos a la conclusión que la zona de Marlborough la dejaríamos para más adelante. Así pues, sin más preámbulos pusimos rumbo a Nelson, centro de artesanía y centro geográfico de Nueva Zelanda. El enclave de la ciudad era magnifico; rodeado de montañas, surcado por las aguas del río Maitai y bañado por las orillas de la Bahía de Tasman. Fue desde ahi, desde donde decidimos equiparnos con todo lo necesario para realizar nuestro treking. La idea principal, era dirigirse a las montanas, concretamente a Nelson Lakes National Park, pero debido al mal tiempo, tuvimos que hacer un cambio de lanes y dirigirnos a Abel Tasman National Park, donde supuestamente el tiempo iba a ser mucho mejor. La idea no fue mala del todo, y la esperanza de poder ver pinguinos y focas nos llevo hasta Marahau (entrada del parque) donde decidimos pasar la noche en un hostel precioso, llamado The Barn.


Mapa Abel Tasman
Despues de hablar con uno y con otro, llegamos a la conclusion de que lo mejor seria caminar por el parque hasta la reserva marina. Y una vez ahi, cojer un kayak para recorrerla toda en un dia, en direccion a el punto de partida. Llega hasta la reserva nos llevo 3 dias. Asi que hicimos noche: primero en un camping en Anchorage Bay y el día siguiente en una cabaña de Bark Bay. El primer dia, el tiempo se presentaba nublado, pero a medida que este iba avanzado se fue despejando, para mostranos el segundo dia las costas de Tasman en todo su esplendor.

Para realizar, la ruta de kayak por la reserva marina, decidimos contratar los servicios de un guia, puesto que este sabria mejor que nosotros donde se encontraban las zonas calientes para ver a focas y pinguinos; incluso tal vez con un poco de suerte podriamos atisbar algun delfin u orca. Lamentablemente, la suerte no estuvo de nuestro lado, y apesar de tener un guia muy avezado, el tiempo no nos acompaño. Puesto que una tormenta se acercaba, amenazando con lluvia y  marejada.

Pinki, Cullen y Sun
En nuestro grupo ibamos 4 personas: Pinki (India), Sun (S.Korea), nuestro instructor (Cullen) y yo. Nos dividimos en kayaks de 2, puesto que estos presentaban mas estabilidad; y nos dirigimos a la isla de Tonga, donde ibamos a contemplar la cria de focas. No mucho tiempo despues de partir de la orilla. Sun comenzo a marearse por el oleaje, asi que para que no fuera a más, intentamos tomarnoslo con calma. Sun no podia remar, asi que decidimos no acercarnos mucho a las rocas para no tener ningún disgusto. Despues de haber hecho un recorrido alrededor de la isla, y observar a cientos de focas con sus crías entre las rocas. Pusimos rumbo a Mosquito bay, que era donde ibamos a descansar para tomar nuestro lunch. A medida que nos ibamos acercando, una nube se poso sobre nosotros, sorprendiendonos con una ducha de agua fria, y a pesar de que ya ibamos preparados, fue la guinda del pastel. Nuestro guia nos comento, que si queriamos ir directamente a unas de las bahias, donde podriamos hacer un fuego y asi estar calientes mientras comiamos y recuperabamos fuerzas; y tal y como estábamos, la verdad es que era lo mejor. Ademas todo hay que decirlo, yo ya empezaba a estar exhausto y también un poco mareado. Después del lunch, nos encontrábamos todos muchísimo mejor. Algo más calientes y secos, y con el estomago lleno. De todas formas, el tiempo no parecía que fuera a cambiar, así que Sun y yo decidimos abandonar nuestra aventura con kayak, hasta otro momento más propicio. Nos despedimos de Pinki y Cullen, ya que estos prosiguieron con el viaje, y nos sentamos a esperar nuestro Aquataxi. Los de la empresa, no tardaron mucho en enviarnos uno, y en cuestión de una hora, ya volvíamos a estar donde comenzamos 3 días antes.

Bueno, resumiendo. Nuestro viaje no estuvo nada mal. Aunque tal vez, los dos coincidimos, en que desearíamos volver en mejores condiciones y así, acabar la zona que nos queda por recorrer. Ojalá esto...sea pronto!



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