Grandes sensaciones, inolvidables experiencias.

Bien, hace días, que no escribía y por fin, me digno a hacerlo. La verdad es que he estado, trabajando en los cambios de apariencia del nuevo blog y creando otro que englobe, a otros blogs ya realizados.

De momento, esta en fase de creación, y no todos los enlaces, están operativos. Pero si clicais en mi nombre en cualquiera de las páginas, este os enlazará a la página madre, o blog también llamado Un Domingo Cualquiera. Mi nombre se encuentra en la parte baja de todas las páginas de los blogs.

Bien después de esta pequeña explicación, os relataré mis ultimas experiencias, desde que volví de Sydney. Vereis, como ya comenté anteriormente, el llegar a NZ, fue tarea árdua, y por consiguiente un verdadero alivio el hacerlo. Esta vez el vuelo de vuelta, me llevaba a Auckland y no a Wellington, ciudad desde la que salí.

En Auckland, había quedado con una compañera de la escuela, que desde ahí se dirigía a Tailandia, con la intención, de crearme en dos días, una imagen de la capital económica del país. Pero, a pesar de mis esfuerzos, no pudo ser así, ya que debido al los problemas en Sydney, llegué un día mas tarde, siendo este a media noche, y teniendo que madrugar al día siguiente para cojer un autobús rumbo Matamata. Aun así, me pude dar un garbeo por la noche, y pude contemplar a la juventud autóctona, como hacían de sus devaneos con el resto de los extranjeros/as. Nos tomamos unas cervezas en uno de los pubs, que se encontraban en el harbour, y la verdad es que el ambiente era muy fraternal (jajjaajaj). No paraban de hacercarse tanto muchachos como muchachas, para preguntarte de donde eras y así empezar una conversación. Nosotros, estuvimos hablando con un grupito de Irlandeses, que no paraban de decirnos, que no había mejor ciudad que Barcelona, y no contento con eso, hasta me invitó a una cerveza, por lo bien que lo había estado pasando uno de ellos en dicha ciudad. Lo pasamos realmente bien, pero no duramos mucho, ya que yo por mi parte, tenía que madrugar, para cojer mi autobús.

Esa noche, dormí, poco más de tres horas, y no pude hacerlo muy plácidamente, ya que todavía no había podido recargar el teléfono, y tuve que usar mi ipod, como despertador. Por suerte y a pesar de no haber escuchado la alarma, me levanté justo a la hora convenida, me despedí de mi amiga Fernanda y me dirigí a mi próximo destino.

Calle Principal de Matamata

Tardé unas 3 horas en llegar a Matamata (parada obligada) ya que en este pueblito, se había utilizado como escenario de la aldea de Hobbiton, del Señor de los Anillos. Tenía muchas ganas de visitarlo, para así hacerme de una idea de como sería el verme ahí. Pero, la mala suerte, jugó en mi contra y el hecho de que hacía mal tiempo y otras causas. Me obligaron a tener que dejarlo para otra ocasión. Ya que al día siguiente, tenía otro billete de autobús hacia otro pueblo, y no había tiempo material para hacer la visita. Me dolió mucho la verdad, estar tan cerca!! pero...volveré!!

De Matamata, me dirigí a Rotorua, ciudad, mayoritáriamente poblada por Maoríes, que es famosa, por su concentración de geyser, aguas termales y lagos. Ahí pude disfrutar de lo lindo. Primero paseando por los alrededores de la ciudad, visitando algunos de sus lagos y geysers y luego porque en el hostel conocí a un suizo muy simpático y estuvimos charlando buena parte de la noche. A la mañana siguiente de llegar a Rotorua y antes de partir a el Lago Taupo a 3 horas de ahí. Me dirigí al centro de información, porque quería visitar uno de los poblados maoríes y alguno de los pozos de barro que tanto había visto en postales. Cuando llegué, tuve mucha suerte, ya que me encontré con dos parejas de uruguayos, que se dirigían para uno de los poblados más famosos de la zona. Y que al estar un pelín retirado de la ciudad, yo no hubiera podido visitar. Además de ambles, eran super simpáticos y nos pasamos la mayor parte del tiempo riendo. Ellos estaban haciendo un viaje de fin de carrera, que realizaban alrededor de casi todo el mundo, pagado la mayoría de este por su escuela mayor. Que pasada!! Estuvimos, tanto en el poblado Maorí (Whakarewarewa), como en la zona de geysers, pozas y lagos. Y a pesar de que nos esperábamos mucho más, lo mejor fue el espectáculo final, en el que los Maoríes nos hicieron algunos de sus bailes tradicionales (Haka) y cantaron algunas de sus canciones. Al finalizar esto, pudimos tomarnos unas fotos con ellos, para así poder llevarnos un grato recuerdo.

Danza tradicional en Whakarewarewa

No fue hasta las 15:00 aprox. que tuve que cojer el siguiente autobus hasta el siguiente destino, que como bien os dije, se dirigía hacia el Lago Taupo, que es el mas grande de Nueva Zelanda y que tiene una ciudad con el mismo nombre. Anteriormente, yo ya había estado en los alrededores de este, pero desde su extremo sur y ahora me dirigía hacia el norte, a la ciudad de Taupo, más concretamente. Una de las razones, por las que me dirigía ahí, era para poder hacer el  Taupo Bungy, uno de los salto más famosos de NZ, que podeis ver en la zona de los videos. El salto, fue una pasada!! y no creais que no me lo preparé. Ya que incluso el día antes, estuve buscando las palabras que quería gritar antes de hacerlo. Algo así como el "Jeronimoooo!!!" era lo que buscaba yo, y al final, encontré una traducción de una de las Hakas, en las que decía:
- Ka Mate = Muero (lo grité antes de saltar)
- Ka Ora = Vivo ( lo grité mientras saltaba)
Con esto quería un poco reflejar, cual era mi estado, justo antes de hacer el salto, y de todo lo que me desprendía al hacerlo. En realidad, fue como un bautizo, ya que la sensación de que estás anclado, no la notas hasta que la cuerda, se tensa al final de este. Y verdadéramente, te sientes libre (lástima, que solo sea por unos segundos)

Después de saltar y de comprobar, que durante el salto había perdido mi navaja multiusos (sniff sniff), si es que soy un zoquete (ya me lo decía mi madre). Me fui raudo y veloz a parque Huka Falls, no muy lejos de ahí, donde, se encontraba, tras una excursión de 1.30,una de las cascada más grandes de toda NZ (20 metros de anchura y 20 de caída). No tenía mucho tiempo, para acampar alegremente por la zona, ya que mi autobús rumbo a Wellington, salía sobre la 13:00, así que decidí hacer autostop para volver, y unos australianos me recogieron y me llevaron al hostel para recoger mis cosas y poder irme.

Huka Falls

Hasta aquí fue mi regreso a Wellington, cargado de aventuras aun ritmo trepidante. Después de eso, al llegar tuve la grata noticia de que había conseguido mi Visa de trabajo,. Que emoción!!. Pero todo lo que aconteció después,es ya otra historia.