lunes, 3 de enero de 2011

Feliz Año Nuevo

Bueno primero de todo, quiero felicitaros a todos en este año 2011. Año, que según el calendario chino, es el año del Conejo. Año que se asocia con el hogar y la familia, actividades artísticas, la diplomacia y el mantenimiento de la paz. Así que probablemente será un año mucho más tranquilo y con mayores proyecciones a nivel personal. Hablando pues de calendarios chinos, os explicaré lo que me aconteció durante mis últimos días del 2010 y mis inicios del 2011.

Orchard de Kiwis en Tauranga con mis compañeros Chilenos
Después de haber estado trabajando por una semana en Tauranga, ciudad situada al sud-este de Auckland, en una orchard de kiwis. Contacté con una amiga que conocí en Napier, para desde Opotiki, ciudad que se encuentra a unos 200 km de donde me hallaba; hacer un recorrido por la costa este, para así llegar para el día de año nuevo, al extremo mas este del mundo, desde donde se podía contemplar la primera salida del sol. La verdad, es que la idea pintaba bastante bien. Así que deje el trabajo, hice acopio de algunas provisiones y me fuí a recoger a Mónica, natural de Hong Kong, a la parada de autobús de Opotiki.

Nuestro viaje, comenzo a los 2 días de llegar a Opotiki, debido a un fuerte temporal que azotó toda Nueva Zelanda. De todas formas, eso nos sirvió, para acabar de aprovisionarnos y visitar un poco la ciudad. A mí, ésta me pareció encantadora y llegué incluso a contactar con un hostel para, pasado el año nuevo volver a trabajar en alguna de las granjas.

Durante todo el trayecto, estuvimos siguiendo la carretera 36, que es una que va bordeando la costa, y en algunos tramos, hay que conducir sobre grava. Nos encontramos infinidad de paisajes bucólicos, que inspiraban a cualquiera a soñar. Pero no solo eso, también dimos cabida al hecho de que nos encontrábamos en un área donde la cultura maori, estaba muy presente, y donde la mayoría de sus habitantes eran de esta etnia. Ciudades y gentes sencillas bañaban la costa este, mas que ningún otro de los sitios visitados hasta ahora. Cabe remarcar, que fue aquí, donde desenbarcaron, los primeros colonos maories, y donde asentaron sus primeras tribus. El ambiente, emanaba espiritualidad; y nosotros, dejandonos llevar por ella, llegamos a uno de los alojamientos más acogedores del lugar. Éste, se encontraba en la Whanarua Bay, Maraehako Bay Retreat, que así se llamaba; disponía de varias estancias en una cala maravillosa. Dirigidas, por "Puna" mujer maorí, que ayudaba a su hermano a capitanear, este hostel que tenía aire marino. Nosotros, nos alojamos en el area de camping, que nos ofrecía una vista de ensueño, ofreciendonos, los mismos privilegios y servicios que los que se alojaban en las habitaciones. Uno de estos servicios, era el de poder utilizar kayaks sin ningun cargo adicional. Asi que en la manana del dia siguiente, despues de haber disfrutado de una bonita cena frente al fuego, nos embarcamos en nuestros kayaks, para adentrarnos en la costa de Whanarua. Fue precioso!! y a la vez un tanto irritante; ya que uno de los 8 kayaks que habia tenia un desperfecto en la proa, que no permitia mantenerse en linea, con lo cual, se hacia muy dificil dirigirlo.Pero bueno...todo bien eh!

Maraehako Bay Retreat
De Maraehako, nos fuimos con energias renovadas, caminoa Ateroa; ultima ciudad antes de llegar al Cabo Este, desde donde instalamos nuestro campamento base, para desde ahi ir al faro en la madrugada del 31. Esta vez escogimos un Holiday Park (camping) para alojarnos, y tambien acertamos bastante. Estabamos a tan solo 5 minutos de la playa y en el camping disponiamos: de duchas, cocina, colmado y hasta de un cine! (aunque este estuviera fuera de servicio). Aqui conocimos a un grupo de kiwis muy simpaticos, que estaban justo al lado de donde decidimos montar la tienda, que mas tarde seran los culpables de que decidieramos pasar la noche la madrugada en la playa en vez de irnos hasta el faro.

Si, la verdad es que al final decidimos mo subir al dia siguiente, porque por la tarde estuvimos de reconocimiento y nos parecio que al ser la zona muy pequena, si ibamos muchos no lo ibamos a disfrutar;ademas de que para llegar hasta el habia que subir un camino, de unas 300 escaleras, contando que habria poca luz. De todas formas, la decision fue correcta ya que nos lo pasamos genial con nuestros amigos los kiwis y con otros chicos franceses que conocimos mientras cocinabamos. Todos juntos y otros tantos mas, estuvimos comiendo, bebiendo y conversando frente un fuego que habiamos preparado frente a la playa. Hablamos sobre nuestros futuros proyectos y mirando las estrellas, dimos gracias sobre todo lo bueno que nos habia ofrecido el ano 2010. Fue emotivo, ya que volvi a acordarme de vosotros y a la vez me senti muy afortunado de poder empezar mi nuevo ano en este pais que me habia acogido tan bien. Asi que, con esta energia postiva, recibimos el nuevo ano 2011 que con sus primeros rayos de sol nos hacia sonreir mirando hacia el horizonte.

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